Un taxi paró frente a ella. Se quitó los cascos y entró. Musitó la dirección y se empezó a cambiar de ropa mientras el taxista ajustaba el retrovisor. Un vestido rojo de noche se deslizó lentamente por su cuerpo. Sacó de su ajada mochila un pequeño bolso y metió toda la ropa en ella. Llegaron, pagó con un billete de 20 y un quedo quédese las vueltas. El taxista sonriente tras su noche de la semana se fijó en que se había dejado una mochila, fue a devolvérsela pero ya no estaba... Decidido a dejarla en la taquilla de objetos perdidos, la dejó en el asiento del copiloto cuando se le cayo una nota arrugada. La cogió y leyó:
"Al vicio de la lujuria estaba tan entregada
que en su reino fue ley la lascivia
por no caer ella misma en el escarnio en el que estaba."
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wow. Me deja sin palabras iñigo :)
ResponderEliminarmmmm, eso es de Dante??
ResponderEliminarUna entrada muy interesante... :)
ResponderEliminares la primera vez que me paso por tu blog! me encanta_! asique si me lo permites... te sigo !
ResponderEliminarun beso!
pásate
sí, ambar tiene razón la nota es de Dante el infierno ;D
ResponderEliminarsi te soy asquerosamente sincera te diré que lo busque en google antes de ponerlo...:)
ResponderEliminarYo he leido a Dante, me encanta, tanto como tu entrada. Como siempre, rojo tenia que ser :)
ResponderEliminarel texto es tuyo? necesito saberlo xd
ResponderEliminarp.d: uau.