El mundo es un caleidoscopio. Girémoslo hacia la derecha, hacia la izquierda, cambiemos de perspectiva (o engañados cambiamos de perspectiva), las bolitas se mueven sin rumbo fijo (sí, como mundo "moderno" que somos tenemos bolitas, ¡y de colores!)... pero al final siempre encontramos una perfecta unión de geometría incoherente.
Círculos concéntricos en los que la sociedad va girando lentamente, creando su propia incongruencia. Hexágonos que en nada se parecen a la perfecta constitución vital de las abejas. Cuadrados, rectángulos... de colores que nos evaden a un cuadro de Mondrian. Y... estrellas que se nos antojan paraísos infinitos.
¡Cómo nos gusta jugar con los caleidoscopios! ¡Cómo nos gusta jugar con el mundo!
la comparación es bastante buena, la verdad :)
ResponderEliminarO cómo nos gusta creer que somos la mano que gira el caleidoscopio, ignorando que somos simple abalorios que giran al compás de otros.
ResponderEliminarEso sí haciendo hermosas composiciones.
Empalagoso! aun recordaba tu blog,
ResponderEliminarme gusta como escribes (y no es un cumplido)
Buena comparación, muy poética pero real , me ha gustado mucho ^^
ResponderEliminarY síii, apúntate el libro; más aún si has estado con clásicos. Es muuuy actual y muy rápida =)
besitos
Qué bonita comparación! enserio, me ha gustado Ñ ;)
ResponderEliminarcómo nos gusta jugar con el mundo !
ResponderEliminarMe ha encantado :) Esos aparatejos me recuerdan cuando tenía unos 5 años! jaja
ResponderEliminarBesos
Jugar con la vida, es sin duda un buen pasatiempo que todos jugamos a diario.
ResponderEliminarUn saludo