"Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto..."



y vivir en el siglo V a.C. ...

... para asistir a esto:

CORO.-Muchas son las cosas que puede un hombre saber, viéndolas; pero, antes de verlas, nadie puede                                                profetizar lo que pasará en el futuro.
Ayax,  Sófocles

CORIFEO.- Con mucho, la prudencia es la base de la felicidad. Y, en lo debido a los dioses, no hay que cometer ni un desliz. No. Las palabras hinchadas por el orgullo comportan, para los orgullosos, los mayores golpes; ellas, con la vejez, enseñan a tener prudencia.

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ANTÍGONA.- ¡Oh tumba, oh tálamo, oh cárcel perpetua de mi mansión subterránea, a ti voy ya en busca de los mios, que son incontables los que difuntos ya, tiene recibidos Perséfone entre los muertos! La ultima de todos y es suerte con mucho la más triste voy también yo, antes de alcanzarme el termino de mis días. Pero en mi partida abrigo la esperanza de que seré grata a mi padre y a ti también grata, ¡oh madre mía!,  y grata a ti también, mi dulcísimo hermano, pues yo con mis propias manos os bañe al morir y os amortaje y os derrame  sepulcrales libaciones y ahora por haber enterrado tu cadáver ¡oh Polinices! mira el premio que recojo. Pues para toda persona sensata hice yo bien en obsequiarla; ni aunque fuera yo madre cercada de hijos, ni aunque fuera el cadáver de mi esposo el que e me estuviese corrompiendo, me hubiera yo arriesgado  a tal obra a despecho de los ciudadanos. ¿En que leyes  apoyo lo que digo? Marido, muerto el mio, no faltaría otro, ni hijo de otro hombre, si perdía el que tuviera; pero, sepultados ya en el Hades mi padre y mi madre, no puede nacerme ya hermano alguno. Y porque con tales principios te he preferido yo en mis obsequias, Creonte ahora entiende que he pecado y que he estado insolente en demasía, ¿oh dulce hermano mío! (Mirando a los criados), Y por esto me lleva ya, con mano violenta, así, sin lecho nupcial, sin cantos de himeneo, ni caricias de un esposo, ni crianza de un pequeñuelo; abandonada de toda persona amiga, voy en vida a las cavernas de los muertos.
Antígona, Sofocles

6 comentarios:

"No olvides de silbar,
no basta soplar."

Gracias ;)